PROMETHEUS (Ridley Scott, 2012) - ME LLAMAN MULO

domingo, 2 de septiembre de 2012

PROMETHEUS (Ridley Scott, 2012)

Yo quería que me gustara.... de veras. A pesar de que cada nueva noticia / crítica que salío después de su estreno en USA, (casi 4 meses después que en otros países... algo vergonzoso). Mantenía la fé. Pensaba en que era demasiado el hype que se había creado y que, por ello, multitud de fanáticos talibanes de escasa o ninguna vida sexual, estaban frustrados por no haber visto SU visión de la precuela de una de las más míticas sagas de ciencia-ficción / terror que ha dado el cine contemporáneo.
Además, (me decía a mi mismo), hay mucha inquina hacia Damon Lindelof por lo que había hecho con Perdidos. En mi caso esa experiencia no fué tan traumática porque el primer capítulo que vi de esa serie fue precisamente el último, por lo que no me supuso ningún trauma el desenlace. Posteriormente, cuando vi la serie completa pensé que estaba ante uno de los espectáculos televisivos mas viciantes que jamás me habia tragado, sobre todo las dos primeras temporadas, las cuales deberían ser un ejemplo en las escuelas de cine de narrativa audiovisual. Por ello la defendía a capa y espada entre mis conocidos que decían que iba a ser un mojón del 15. "El problema es que esperais que se contesten todas y cada una de la incógnitas de la saga de manera satisfactoria, y eso es imposible, ninguna de las respuestas que den van a contentar a todo el mundo".




Pero... desgraciadamente, llegó el día del estreno, y a pesar de que no pude evitar entrar en la sala sin cierto resquemor, estaba dispuesto a dejarme llevar por la experiencia sin ponerme a analizar cada segundo del metraje en busca de incoherencias con respecto a la mitología previamente creada, "al fin y al cabo...", me dije a mi mismo, "... no puede ser peor que Aliens vs Predator Requiem".

El comienzo de la película parecía darme la razón por completo, unas imágenes potentísimas y evocadoras que me hicieron abandonar por completo la realidad desde el primer segundo, dejándome atrapar por ese mundo y haciendo que me revolcase como un gorrino en un charco de barro de placer en la butaca. La enigmática secuencia inicial con el sacrificio ritual del ingeniero, esas primeras escenas de David en el interior de la Prometheus, la secuencia de aterrizaje en el planeta alienígena..."Lo sabía, la gente no tiene ni puta idea", pensaba.

Inocente de mi....


En realidad, los primeros signos de alarma empezaron con la presentación de los personajes, algo no cuadraba, demasiados tópicos baratos desfilaban delante de mis ojos, la científica con una profunda fe religiosa, el capitan macho que dedica los primeros instantes después de despertar de una hibernación de más de dos años en decorar un árbol de navidad, el geólogo fumeta... Sin embargo, las escenas en las que no intervenían los actores eran tan evocadoras que mi mente irracional terminaba por acallar las voces chillonas que surgían cada vez que aparecía un ser humano en la pantalla. Desgraciadamente, desde el momento en que la nave aterriza en el planeta esas escenas desaparecen y no vuelven a verse hasta casi el final de la proyección.


En serio... esperad diez minutos despues de esta escena, después darle al avence rápido hasta que quede media hora para el final.

El problema de Prometheus es claro y cristalino... no tiene guión, sólo una sucesión de ideas más o menos potentes cuya ejecución, SIEMPRE resulta frustrante, no es que no plantee respuestas, es que las que da son un WTF épico todas y cada una de ellas. Si a eso le añadimos unos personajes que parecen competir entre ellos a ver quién es más subnormal ( y creedme, se esfuerzan con toda su alma, casi parece que en el futuro la raza humana sólo está compuesta por descendientes de James Wallestein). Además de eso, la película destila infinidad de referencias intelectuales de todo tipo, muchas de ellas solo presuntas: desde Lovecraft hasta el creacionismo, pasando por cualquier tipo de referencia filosófica de quinta categoría que os podáis imaginar. Todo ello en una amalgama completamente absurda que hace que cualquier guión hecho para los Teletubbies parezca el Ulises de Joyce.

Al salir de la proyección deseareis que a Damon Lindelof le viole todas las noches este bichardo...

La lista de sinsentidos es enorme, la sofisticadísima enfermería que solo sirve para pacientes de sexo masculino, pero que a pesar de ello no tiene ningún tipo de verificación del sexo del paciente, la científica que 5 minutos después de sufrir una horrible operación de cesárea (en una escena muy potente he de reconocer) se dedica a hacer todo tipo de actividades físicas extremas como rappel, ahostiarse con un alienígena culturista de más de dos metros o correr de un lugar a otro, el científico que recién llegado a un planeta completamente extraño decide quitarse el casco como si estuviera en el jardín de su casa... el número de inconsistencias de la película es tal que necesitaría de una guia telefónica para poder detallarla en su totalidad. Además, por si todo esto no fuera suficiente, la película desprende un olorcillo pseudo-religioso bastante chungo en general, tufillo que se ve confirmado cuando el propio Ridley Scott declaró en una de las entrevistas que se le realizaron tras el estreno que los Aliens son el castigo que recibe la humanidad por sacrificar a... ¡¡¡Jesucristo!!!, en definitiva, para mear y no echar gota.

La cosa mejora ligeramente hacia el final, principalmente debido a la pericia de Scott para mostrar escenas de tensión, pero el conjunto, para toda persona amante de la saga que vaya con ilusion a verla es muy, muy decepcionante.

 
El perturbador space jockey original, reducido a un vigorexico albino, con dos cojones...



Pero no toda la culpa es de Lindelof, Ridley Scott debería haberse negado a rodar semejante despropósito de guión. Al final Prometheus es como un cuidadísimo envoltorio de regalo que esconde en su interior la nada más absoluta. Al menos la película no aburre, lo que para la mayoría del cine comercial actual ya es un logro, pero al creador de Blade Runner y Alien se le debe exigir mas, mucho mas. Llevaba esperando una película de ciencia ficción seria desde hace mucho tiempo y me encuentro con esto. No es mala al 100% pero el pensar lo que podría haber sido hace que sea mucho peor lo que al final fué.

Cuando todo acaba, nos quedamos con cara de tontos, queda claro que habrá secuela, y parece ser que, debido a la polémica, Lindelof no la guionizará, aún cabe la posibilidad de que el desastre se arregle en la secuela, ya que ha dejado prácticamente todas las preguntas en el aire, y un guionista medianamente decente hasta podría hacer que los hechos vistos en esta acabasen teniendo un mínimo de sentido, e incluso terminar por hacer que se convierta en una saga para el recuerdo. Hay suficientes ideas potentísimas en ésta para ello, aún hay esperanza....

...Claro que lo mismo me dije cuando salí de ver Matrix Reloaded.

Si os habéis quedado con ganas de saber más de la enumeración infinita de inconsistencias, idioteces y referencias gafapastiles de mercadillo que es Prometheus, podéis calmar vuestras ansias de conocimiento con este excelente artículo.


PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 4


1 comentario:

  1. He decir que comparto tu análisis, pero si queremos poner nombre a los culpables la lista la debe encabezar Ridley Scott. Porque nos guste o no cada milimetro de Prometheus es suyo. Inició el proyecto dos años antes, supervisó el guión del primer guionista palabra por palabra, con anotaciones del tipo no uses esta palabra aquí, más de esto allá...

    Aún no contento con el resultado decide contratar al Lindelof para reescribirlo. Y este lo hace con el siguiente método: charla con Ridley, rescritura, charla, reescritura. Pero aún así recortes en la edición dejan la escena más absurda de la ciencia ficción (la de la serpiente) sin ciertos matices que la hacen aún más absurda.

    En fin una oportunidad perdida pero vamos que ahí me tendrán el día del estreno de la siguiente listo para que me decepcionen de nuevo.

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