ESTE PERRO MUNDO (Mondo Cane, Gualtiero Jacopetti,Franco Prosperi, Paolo Cavara, 1962) - ME LLAMAN MULO

domingo, 18 de noviembre de 2012

ESTE PERRO MUNDO (Mondo Cane, Gualtiero Jacopetti,Franco Prosperi, Paolo Cavara, 1962)

La morbosidad es una característica que en mayor o menor grado todo ser humano posee, no todo el mundo lo confiesa abiertamente, pero se puede ver todos los días. Nos atraen las miserias de todo tipo, podemos verlo cada dia en multitud de situaciones, cuando hay un accidente de tráfico por ejemplo, se crea un gran colapso en la carretera, no solo en el sentido donde se ha producido la tragedia, sino en el carril contrario. Los conductores reducen su marcha para ver si pueden ver algo, normalmente de la excusa de "ver si no le ha pasado nada a las personas", pero en realidad lo que se quiere ver es carnaza, pura y dura.

Nó solo nos vemos atraídos por el morbo predominantemente "físico" también nos atraen las miserias humanas, solamente así se explica la proliferación de programas donde se vende la vida íntima de todo tipo de personas, nó unicamente famosos sino gente de toda condición y pelaje. Cada vez se superan más al encontrar gente extraña y desagradable con la que nos reconfortamos ver sus miserias en la vida o su escasa moralidad. Tal vez esta atracción se deba a que al ver las desgracias o los comportamientos considerados socialmente reprobables de otras personas quedemos reconfortados ante nuestras propias miseras, diciéndonos a nosotros mismos que no son para tanto, haciendo que sean mas soportables.

Hoy en día es sumamente fácil satisfacer esta oscura necesidad, la programación televisiva nos nutre veinticuatro horas al día de todo tipo de programas que abarcan prácticamente todas las variantes morbosas que el ser humano puede necesitar. Desde los programas del corazón a los típicos reportajes tipo callejeros donde se muestra a la fauna más variopinta cometiendo todo tipo de excesos; y una característica común de todos estos programas es la pátina de seriedad con la que intentan cubrirse, excusándose siempre en las mas tópicas justificaciones, siendo la reina de estas la excusa de "el público tiene el derecho de conocer la realidad tal como es".

En la década de los setenta apareció un subgénero cinematográfico nuevo, las llamadas Mondo movies, que cumplían el mismo cometido de los programas de televisión actuales, proporcionar carnaza a un público ávido de emociones fuertes. En ellas se mostraban todo tipo de escenas mas o menos escabrosas, desde una perspectiva documental, si bien algunas de ellas estaban claramente preparadas para la ocasión. La creadora de este subgénero es esta Mondo Cane que hoy nos ocupa.

Las teturcias siempre son bienvenidas.
El propio Jacopetti nos narra durante el metraje cada una de las supuestas escenas reales que ocurren, secuencias que muestran gran variedad de situaciones, desde el entierro multitudinario de Rodolfo Valentino, al cual acuden cientos de jóvenes de su región con la esperanza de que algún cazatalentos de hollywood los seleccione como sucesor del mítico actor, a oscuros rituales africanos donde se realiza una masacre de jabalíes cada cinco años con el fin de organizar un orgiástico banquete de tres días de duración. Las situaciones son lo suficientemente variadas y están bastante bien intercaladas, combinando momentos cómicos con otros bastante mas serios y dramáticos. Si bien la forma de ser rodados en muchas ocasiones demuestra claramente la preparación de las secuencias, quedando muy alejado de la supuesta muestra de "realidad sin adulteraciones" que nos quieren vender los directores. A pesar de ello, y de ciertos momentos en los que el ritmo de la película decae, en conjunto la película resulta entretenida de ver y pese al tiempo pasado es muy probable que en un par de ocasiones sorprenda al espectador con alguno de los pasajes mostrados. A esto ayuda el efectismo barato con que el narrador nos pone en situación en muchas de las ocasiones, siendo muchas veces peor el contexto en el que narra los acontecimientos que las imágenes mostradas en si mismas, imágenes que han sido ampliamente superadas en su escabrosidad hoy en día, pudiendo ver cosas muchísimo mas duras en cualquier telediario de media tarde.

Un momento que puede ser un ejemplo perfecto de lo anteriormente mencionado es el duro segmento en el que se pueden ver a ancianos chinos hacinados en una sórdida habitación agonizando mientras supuestamente sus familiares se encuentran celebrando grandes cenas esperando el fallecimiento de estos. Es un momento que, a pesar de la poca verosimilitud que luce (teóricamente es una ancestral tradición china de la que nunca había oído hablar y de la que no he podido encontrar nada al respecto), no deja de provocar un estremecimiento en la columna vertebral del espectador, por la forma efectista pero tremendamente efectiva en la que combinan las imágenes de los ancianos con las de los familiares.

...Aunque quizás los amantes de los animales sufran un poco mas.
Otra característica inherente a este tipo de películas es la aparición de secuencias más o menos explícitas en las que se matan a animales de diversas formas, no especialmente agradables en la mayoría de los casos, si bien en esta película también nos encontramos con momentos así (como en la escena de la matanza de jabalíes mencionada anteriormente), en este caso no se regodea especialmente en esos momentos, siendo nuevamente más sugerido que mostrado en la mayoría de los casos (como en el restaurante en el que sirven perros; se ve a estos en jaulas y a gente comiendo carne en platos, pero salvo por el cartel que se ve en la foto y lo que comenta el narrador en ningún momento vemos como maten explícitamente al animal). Quitando esto y un par de escenas con reptiles, no se ve ninguna muestra explícita de crueldad con los animales, y estas secuencias están resueltas rápidamente y sin especial regodeo en las imágenes.

Sin embargo, el gran éxito que cosechó este pseudo-documental por todo el mundo, propició la aparición de multitud de copias que iban un paso mas allá en cuanto a secuencias desagradables se refiere, realizando simulaciones más o menos elaboradas cuando la violencia se centraba en personas y matando específica y explícitamente animales en los otros casos, llegando a niveles realmente bizarros y desagradables. Películas como Africa Ama (Africa Uncensored,Alfredo y Ángelo Castiglioni, 1971) o la inefable saga de películas El Rostro de la Muerte (Faces of Death, John Allan Schwartz, 1978), la cual ha alcanzado hasta ahora de 7 películas donde se muestran todo tipo de muertes de personas, tanto reales, procedentes de noticiarios del todo el mundo, como simuladas específicamente para la ocasión. Esta saga ha sido prohibida en multitud de países, si bien no hay que confundirla con las míticas snuff movies, más fruto de leyendas urbanas que de la realidad, al igual que otra mítica película como fué Holocausto Caníbal (Cannibal Holocaust, Ruggero Deodato, 1980), la cual provocó tanto revuelo que el director, el cual había hecho firmar previamente a los actores un contrato por el que no debían aparecer en público para mantener la leyenda de que fueron asesinados realmente en la película, tuvo que hacer que aparecieran en un juicio para demostrar que todo había sido simulado.

Una de las secuencias más míticas de Holocausto Caníbal.

En resumen, Mondo Cane es una película que hoy en día no resulta para nada perturbadora, pero que tendrá un lugar en la historia del cine por ser la precursora de uno de los géneros mas desagradables y perturbadores que han surgido en la historia del cine, el propio Jacopetti intentaría repetir el éxito con varias secuelas a cada cual más explícita que la anterior como Adiós África (Africa Addio, 1966), donde cada vez aumentaban más las burradas mostradas y que a pesar de ello, cosechaban más éxito que las anteriores según el número de atrocidades mostradas y la explicitud de éstas.

Interesante para curiosos con estómagos curtidos y para estudiosos de todo tipo de cine.

PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 6.






1 comentario:

  1. Buena crítica. Me ha gustado mucho la introducción y aunque este género no está dentro de mis favoritos puede ser que algún día la vea, sobre todo por la escena de los ancianos hacinados.

    Dichoso morbo...

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