VIDEODROME (Videodrome, David Cronenberg, 1983) - ME LLAMAN MULO

sábado, 14 de enero de 2012

VIDEODROME (Videodrome, David Cronenberg, 1983)

Cronenberg, tu antes molabas....
Recuerdo que pensé exactamente ésto cuando ví M. Butterfly (1993) no sabía adonde habia ido aquel enfermizo contador de historias que me había fascinado con maravillosas peliculas malroller como Vinieron de dentro de.. (They Came from Within, 1973), Cromosoma 3 (The Brood, 1979), o ésta Videodrome que nos ocupa. Poco después empecé a apreciar también su nueva etapa como realizador, no tan distinta en cuanto a los temas tratados como podría parecer, aunque desde luego en las antípodas de sus primeras creaciones en lo que respecta a lo formal.

Videodrome tal vez es la mejor de sus películas de ésta primera, pero desde luego también es la más dificil de ver, tanto por el tono como por temática. Una enfermiza fábula tecno-surrealista en clave fantastique sobre el poder de la televisión y el vídeo sobre la sociedad, expone temas que aún hoy siguen vigentes como la obsesión de las cadenas televisivas por buscar audiencia a cualquier precio, aunque ello implique una falta de ética absoluta en lo que muestran.




La película nos narra la pesadilla en la que se sumerge Max Renn (James Woods), dueño de una pequeña cadena de televisión especializadaen programas sensacionalistas y en blandiporno, (vamos, una suerte de Telecinco canadiense), un día un empleado suyo que se encarga de piratear la señal de los satélites de televisión le enseña una extraña emisión de un programa llamado Videodrome, el programa se limita a mostrar violentas imágenes de gente, generalmente mujeres, siendo torturada y, eventualmente asesinada de la forma más sórdida imaginable. Renn queda fascinado por éstas imágenes y opina que un programa así es justo lo que necesita su cadena, una representación de lo más bajo del alma humana sin ningún tipo de historia detrás, simplemente una escena aberrante detrá de otra.

Sin embargo, a medida que continua viendo las emisiones del programa, Max Comienza a sufrir extrañas alucinaciones, las cuales cada vez le son más difíciles de distinguir de la realidad, cuando su novia Nicki Brand (Deborah Harry, cantante de Blondie), una masoquista locutora de radio amante del dolor desaparece para hacer una audiencia para Videodrome, Max entabla contacto con el profesor Brian O´Blivion (Jack Kreley), un extraño personaje que promulga que el televisor se ha convertido en parte de la estructura física del cerebo y que se niega a mantener ningún tipo de relación social, limitándose a aparecer a través de grabaciones realizadas en cintas de vídeo.


Te voy a poner fino...

O´Blivion revela a Renn que la señal de Videodrome provoca un tumor cerebral, el cual es el responsable de las visiones, dicho tumor según el profesor es un nuevo órgano que hará cambiar la percepción de Max, éste se embarca en una espiral de pesadillas y locura que desembocarán en un trágico final.

La película transcurre con un ritmo pausado, mostrando la degradación física de Max a medida que aumenta su exposición a Videodrome, nunca llegamos a saber si las deformaciones físicas que le producen son reales o meras alucinaciones, dichas deformidades son mostradas en toda su repugnante gloria gracias a unos magníficos efectos de maquillaje obra de dos grandes artesanos como son el maestro Rick Baker y Steve Johnson, responsables de los maquillajes de, entre otras películas. El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973) o Abyss (James Cameron, 1989), mostrándonos surrealistas imágenes como la televisión viva que aparece en varias secuencias o la vagina que le sale a James Woods en el éstomago donde le introducen cíntas de vídeo para programar su comportamiento.


Me pica el ombligo...


Videodrome es la sublimación de toda las obsesiones de Cronenberg en su etapa fantástica, y donde se habla por primera vez de el concepto de Nueva Carne, una extraña concepción de la siguiente evolución humana a través de extrañas deformidades que aparecen por el cuerpo y la mente que son el comienzo de un nuevo nivel de percepción, ésta obsesión por la deformidad mental continúa en nuestro querido Canadiense, pero alejándose del fantástico, mostrándose en sus obras más recientes como Una Historia de Violencia (A History of Violence, 2005), e incluso en la recientísima Un método peligroso (A dangerous method, 2011), mucho más clásicas formalmente pero interesantísimas como prácticamente la totalidad de la filmografía de este gran director.

Las interpretaciones son correctas, James Woods resulta muy apropiado para el personaje de Max Renn, e interpreta su personaje con convicción, a pesar de lo extraño del guión, Deborah Harry se limita a dar el toque erótico, aunque en determinados momentos parece que verdaderamente disfruta con el dolor (como en la escena en la que se apaga un cigarrillo en el pecho), el resto de personajes simplemente cumplen, aunque el villano de la función, Barry Convex, (Leslie Carlson), resulta poco interesante parece interpretado con piloto automático.

La inquietante banda sonora compuesta por Howard Shore supone un complemento perfecto para las imágenes que se nos muestran, por lo que el conjunto supone un interesantísimo y fascinante ejemplo del cine fantástico de calidad que se hacía en los 80.

Un último consejo, la película gana muchos puntos vista de madrugada en vídeo, la textura de las imágenes hace que el espectador se vea más fácilmente arrastrado al personal mundo imaginado por su personalísimo director, uno de los mejores que nos dió el pasado siglo XX.



Es que no quiero perderme ningún detalle de Sálvame...


PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 7.5




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