PELÍCULAS MALDITAS: DUNE(Dune, David Lynch, 1984) (Parte 2)

Para leer la primera parte de este post pinchad aqui.

Tal y como concluíamos en la primera parte de este post, David Lynch se preparó a fondo para comenzar a rodar su primera gran superproducción. En teoría tenía todos los hados de su parte. Un productor (De Laurentiis) ansioso por sacar adelante la película. Un presupuesto holgado (40 millones de $ de la época) y, supuestamente una total libertad creativa, libertad que se plasmó en un monumental guión de más de 600 páginas con el visto bueno de Frank Herbert en persona. ¿Qué podía salir mal?.

La respuesta es muy sencilla, prácticamente todo.


Es evidente que, a pesar de lo prometedor de su breve carrera antes de acometer Dune, compuesta por dos películas, (la inquietante pero rarísima Cabeza Borradora (Erasehead, 1977) y la maravillosa El Hombre Elefante (The Elephant Man, 1980), Lynch no estaba preparado para acometer un proyecto de semejante magnitud, cuando De Laurentiis vió la guia telefónica que Lynch denominaba guión, puso el grito en el cielo y comenzó a exigir una reescritura detrás de otra, hasta acortarlo a una más manejable versión de 135 páginas, la cual fué la que finalmente se filmó. Este brutal recorte afectó en gran medida a la coherencia interna de la película, ya que era imposible abarcar en ése metraje la complejísima historia de Herbert. Ése fue el problema principal de la película, ya que para el público no versado en la novela, resultó un galimatías dificil de seguir. Por otro lado, a pesar de ser vendido como una especie de Star Wars mas épico, la película apenas contenía secuencias de acción (y las que tenía estaban pobremente rodadas, debido a la desídia que provocaba en el director este tipo de escenas), siendo el resto del metraje una sucesión de diálogos pseudofilosóficos difíciles de digerir, más aún cuando se hacía referencia a términos que sí aparecían en la novela (Usul, Khul Wallad, Richese, Ix) pero que no eran explicados en el film, lo que hacía que los espectadores se perdieran aún mas en la historia.

Además los efectos especiales no reflejaron en muchas ocasiones el presupuesto invertido, bien por la complejidad de éstos, bién por la desidia de los técnicos que se encargaron de realizarlos, lo que devengó en pobres secuencias en las las transparencias cantaban lo suyo en muchas ocasiones. Sin embargo no todo fué un absoluto desastre. Las maquetas realizadas por Emilio Ruiz fueron maravillosas y se salían de todo lo visto anteriormente en la ciencia ficción. El maravilloso diseño de producción de Anthony Masters, unido a los fastuosos decorados creados por Giorgio Desideri, se combinaron junto con un acertadísimo diseño de vestuario obra de Bob Ringwood, creando un estilo visual único de steampunk (algo así como ciencia-ficcion de vapor, es decir, alta tecnología de apariencia retro) hacen que para el aficionado de hoy, sea imposible incluso leer las novelas sin imaginarse dichos diseños. Unido a esto tenemos un gran diseño de los gusanos de arena, obra de Carlo Rambaldi, el cual creó una mezcla entre serpiente y lamprea realmente maravillosa, hasta el punto de que incluso en videojuegos o novelas posteriores ambientadas en el mismo universo se ha utilizado el mismo diseño para ellos en sus imágenes de portada.


Vista hoy por el aficionado, Dune es un fascinante, aunque fallido ejercicio de estilo, aunque recibió en su momento una lluvia de palos por parte de la crítica y un rechazo por parte del público no norteamericano (en estados unidos recaudó 30 millones de dólares, lo que no estuvo nada mal), el tiempo la ha convertido en un film de culto fascinante como pocos. Gran parte del mérito lo tienen los artistas que trabajaron en sus extraños diseños, pero no únicamente. Un reparto impresionante, combinación de actores americanos con europeos, también tiene mucho que ver. Encabezando este reparto se encuentra el actor fetiche de Lynch, Kyle MacLachlan, encarnando a Paul Atreides, en el que fué su primer papel protagonista. Pese a que la inexperiencia de MacLachlan se hace patente en determinadas escenas, su físico aporta una gran presencia al papel de Paul. A su alrededor un gran desfile de magníficos actores como Francesca Annis en el papel de Lady Jessica Atreides, madre de Paul y amada concubina del duque Leto (un desaprovechado Jürgen Prochnow). El gran Patrick Stewart (el capitan Jean Luc Picard de Star Trek) interpreta a Gurney Halleck, maestro de arma de Paul).
La lista de grandes actores parece interminable, (Max Von Sydow, Brad Dourif,José Ferrer, Richard Jordan, Silvana Mangano...) pero lamentablemente pesa sobre ellos el recorte indiscriminado de secuencias, lo que hace que su participación resulte excesivamente breve en la mayoría de las ocasiones, algo lamentable porque la mayoría inundan la pantalla en los pocos segundos en los que aparecen. Mención aparte merece la maravillosa interpretación de Kenneth MacMillan como el repulsivo y terrorífico Barón Vladimir Harkonnen, el cual roba todas y cada una de las escenas en las que aparece, quedando especialmente para el recuerdo la secuencia donde asesina a un sirviente suyo desangrándolo hasta morir.

De la banda sonora se encargó el grupo Italiano Totó, los cuales consiguieron añadir epicidad a las escenas de acción de la película mejorándolas en gran medida. La banda sonora es otro de los componentes de la película que más se recuerdan.

En resumen, una película fallida pero en absoluto mala, que puede hacerse pesada para alguien no familiarizado con el universo creado con Herbert pero que merece la pena por su impactante aspecto visual, además de por ser ciencia ficción diferente a las clásicas batallitas entre naves y con pistolas de rayos, mucho mas profunda de lo que nos tiene acostumbrados el cine de género, toca un sinfín de palos con mayor o menor fortuna, pero siempre de manera diferente, por tanto es altamente recomendable.

Una última observación. Durante el tiempo transcurrido desde el estreno se forjó una especie de leyenda urbana en la que se hacia alusión a que David Lynch llegó realmente a rodar el guión de seis horas que había escrito y que el recorte brutal fué realizado por Laurentiis durante la edición de la película. Esto no es cierto, si bien Lynch rodó unas cinco horas de material en bruto, el guión que rodó era el ya recortado, aunque si es verdad que su intención era que la pelicula tuviese una duración cercana a las tres horas y fué recortada a los 136 minutos por el propio De Laurentiis. Parte de esta leyenda viene por una versión remontada por el productor para la televisión americana aprovechando escenas descartadas y algunas en foto fija que se rodaron especialmente para dicha versión y que alcanza los 189 minutos. Dicha versión es una auténtica basura que consigue, con más metraje, ser aún mas dificil de seguir, llegando la incoherencia hasta tal punto de utilizar frames fijos de otras secuencias en escenas que no tienen absolutamente nada que ver. Tal fue el cabreo de Lynch con ésta versión que exigió que su nombre fuera retirado de los créditos, apareciendo el ya legendario "director fantasma" Alan Smithee como director de ésta y un tal Judas Booth (inventado por el propio Lynch, combinando a Judas y el apellido del asesino de Lincoln John Wilkes Booth). Dicha versión ha sido editada en dvd por nuestras tierras de la mano de Manga Vídeo, en una edición de tres discos, incluyendo el montaje original de los cines, huid de ella como de la peste.

PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 7