ANGUSTIA (BIGAS LUNA, 1987) - ME LLAMAN MULO

miércoles, 23 de enero de 2013

ANGUSTIA (BIGAS LUNA, 1987)




Angustia fue presentada en 1987 con motivo del festival de Sitges, y ya entonces causó un considerable revuelo por lo curioso de su planteamiento, un ejercicio de metacine, de cine dentro del cine, con un enfoque muy hitchcokiano en palabras del propio director catalán, y que se encuentra muy apartado del cine de culo-teta-pis que le dió por hacer después y que le hizo tan famoso en los cines de su barrio.
De hecho, el film se presenta como un pack 2x1, en el que confluyen dos tramas relacionadas pero independientes y que contribuyen a darle al conjunto un toque surrealista y enfermizo que le dejan a uno con el culo torcido desde el principio. Rodada enteramente in inglés pero filmada en una irreconocible Barcelona debido a que los productores de Hollywood plantearon exigencias que el director no quiso (o no pudo por falta de orificios corporales) satisfacer, la cinta constituye una perla atípica en el panorama nacional, tanto dentro del género de terror como en la industria en general. 




Cuando yo visioné esta enfermiza película contaba con tan solo 11 años y no pude retener el título, seguramente porque estaba demasiado ocupado intentando no quedarme inconsciente con la programación de telecinco de finales de los 80 . Después de un par de lustros de búsqueda infructuosa y por cuestiones azarosas, me enteré de que aquel film que yo tenía por una serie B americana, era de este nuestro país, y finalmente conseguí atajarla después de hacerle favores a gente que ni siquiera conozco y cuyos nombres no me está permitido revelar. Obviamente el paso del tiempo ha hecho mella en ella como lo ha hecho con casi todo en la industria del espectáculo (salvo con Norma Duval, que sigue teniendo ese rebufo a bolas de naftalina de armario y voz de camionero cazallero), pero tiene un carácter entrañable y un acabado bastante decente y ya solo por eso, y porque sale la enana de Poltergeist, vale la pena desperdiciar 90 minutos de nuestro sobrevalorado tiempo en su visionado.
Zelda probando el nuevo Iphone 5 en un momento del film

La historia es dificil de contar sin caer en un enrevesado y enmarañado entresijo argumental: en principio se plantea una película de terror cuyo protagonista es John, un oftalmólogo que lleva escrito en la frente la "L" de looser y que vive con su sobreprotectora madre (Zelda Rubinstein) en una decrépita y desvencijada casa victoriana. la susodicha madre ejerce sobre él un control que raya la hipnosis y que traspasa las fronteras de la telepatía, de forma que ve y oye lo que hace su hijo incluso cuando éste se encuentra haciendo pis en el baño de un par varias manzanas más allá. Por si esto no fuera poco, parece que el hijo encuentra en el asesinato de inocentes aburguesados la mejor forma de satisfacer las ansias de control maternas, recolectando posteriormente los ojos de sus víctimas a modo de trofeo. 

Hasta aquí todo parece bastante normal (tratándose como se trata de una película de serie B), pero llegados a este punto nos damos cuenta de que en realidad lo que se nos plantea es una película de terror que está siendo reproducida en un cine a media tarde, y entre cuyos espectadores se encuentran dos adolescentes. La película que están viendo se vende como un fenómeno de moda debido a la supuesta sugestión hipnótica que parece crear en algunos de los que la ven, y a medida que transcurre el film empiezan a suceder cosas extrañas dentro de la sala, que parecen ser ocasionadas por dicha sugestión. De esta forma, hay un momento en el que lo que sucede dentro de la pantalla se traslada fuera y al revés, creando una atmósfera ingenua (típica de la época) pero bastante original. Por resumirlo sucintamente, citaremos a  Andrés Peláez Paz, que en su momento definió la película como “Un asesino psicópata acosa a los espectadores de una sala de cine mientras estos atienden hipnóticamente al fascinante relato que sucede en la pantalla, ajenos al horror que les rodea”.

La película no tuvo un éxito comercial demasiado resaltable, pero alcanzó cierta notoriedad por la respuesta que tuvo por parte del público de nuestro pais, poco acostumbrado al gore y a la casquería en general. Era bastante habitual durante el tiempo que la cinta estuvo en cartel, oir relatos de espectadores que abandonaban la sala a mitad de la película violentados por las escenas sangrientas, asi como testimonios de gente que confesaba un enorme grado de intranquilidad durante el visionado que le llevaba a mirar constantemente a los demás espectadores. El nombre de la pelicula era cuanto menos acertado, porque realmente transmitía la angustia de la que sus protagonistas eran víctimas durante la escasa hora y media que duraba el metraje. Obviamente a estas alturas que uno ha visto ya sangre de todos los colores y hasta enanos con elefantiasis en las pelotas es poco probable que una pelicula asi pueda causar ese efecto (sobre todo si se ve en el salón de tu casa y no en el cine como dios manda), pero no se puede negar que genera algo de ansiedad y que llegados a cierto punto, incluso te hace sentir incómodo. Porque aunque sus medios son escasos, estan bien utilizados, de forma que se alcanza un clima en el que el telespectador se siente bastante involucrado y participa en lo que sucede en la película. 


Bigas Luna ya en la época de retraso mental
Esto demuestra que incluso un zote como Bigas Luna, que ha enterrado su propia carrera a base de repetir una y otra vez la misma película llena de clichés cañís y tópicos sexuales baratos, puede tener una joya en su haber. Y puedo afirmar con total rotundidad y sin ningún pudor (que para eso este blog es mio en un 50%), que en "angustia" se manejan los registros cinematográficos con bastante maestría, tanto a nivel de tempos como estéticos. Es cierto que los diálogos parecen salidos de la mente enfermiza de un esquizofrénico tartamudo en algunos momentos, pero por otro lado ya en el momento en el que una voz al principio del film advierte al espectador de que va ser objeto de una sesión de hipnosis bajo su propia responsabilidad sabe uno que no ha desperdiciado su dinero.
Parafraseando a Octavi Martí, Angustia es un espacio oscuro dominado por las sombras y en el que la imaginación se mezcla con el deseo, y la hipnosis, con la lucidez voluntariamente suspendida. Dentro de cada cuento hay otro cuento. La construcción es muy hábil porque dosifica bien sus sorpresas y las posibilidades de identificación del espectador..  
A pesar de la escasa recaudación anteriormente mencionada, la película cosechó muchos premios (entre ellos el Goya a los mejores efectos especiales), y en estos momentos allá por las tierras hollywoodienses están planteándose seriamente (todo lo seriamente que alli se pueden plantear nada esa panda de drogadictos y proxenetas), hacer una versión 100% americana dirigida por el mismisimo Sam Reimi, director que en este blog odiamos y amamos a partes iguales (@Pedro le ama y yo le detesto, para ser más exactos).
Quizás yo le esté dando demasiado bombo a la película y luego esto lleve a más de una decepción entre aquellos que nos leen (los 3 o 4)..Y quizás a su vez eso se deba a que entre tanto film referido a/basado en/centrado en la maldita guerra civil, o cuyos protagonistas son populacho almodovariano extraído directamente de la capa de grasa que recubre el alcantarillado de nuestra geografía, cuando uno da con algo que realmente es original pero no (demasiado) pretencioso y que está bien hecho, no puede evitar notar como se le dibuja una sonrisa en la cara y se desliza una lágrima por su mejilla y tratar de hacer correr la voz. 
En resumen, si aún existe alguien que piensa que el objetivo del cine no debe ser sólo el de hacer pasar fotogramas a razón de 24 por segundo para tenernos 2 horas ocupados y sin pensar en nada, si no buscar la implicación del espectador en  aquello que se le está contando y entrar aunque solo sea de soslayo en la historia que se plantea, Angustia es su película. 

PUNTUACIÓN EN EL MULOMETRO: 7.5

                                                                  TRAILER




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