INTOCABLE

Hacía mucho que no me topaba con una comedia que me dejara buen sabor de boca y tras cuya visión no me sintiera ligeramente estafado o ninguneado. Tampoco puedo echarle la culpa a nadie de ponerme una pistola en la cabeza a la hora de tragarme bodrios como "la boda de mi mejor amiga" (Paul Feig 2010), pero cierto es que empezaba a pensar que era complicado entrar en una sala de cine y poder reirme sin sentir vergüenza ajena o incluso algo de asco por el tan establecido y aceptado uso de imágenes escatológicas para provocar la risotada fácil y general (véase la reseña de "un dios salvaje"). Cualquiera que haya visto la mencionada "bodrio de mi mejor amiga" sabe a qué escenas me refiero y sabrá de lo que hablo cuando pido por favor a las productoras que no nos traten a todos como si tuviéramos 12 años y nuestro sentido del humor se basara únicamente en el chascarrillo caca-culo-pedo-pis..

Intocable es una película francesa (algo malo tenía que tener) dirigida por Eric Toledano y Olivier Nakache, que aunque no tienen una carrera muy extensa ya cuentan con bastantes premios en su haber y un reconocimiento por parte de la crítica bastante sólido que les sirvió como aval a la hora de hacerse con los derechos de esta historia. Para los que no hayan visto el trailer o tengan algún tipo de enfermedad degenerativa que les impida asociar ideas, la premisa que nos cuenta este tandem de franceses a través de su película se centra en la relación que se establece entre Philippe, un millonario que se ha quedado tetrapléjico tras un accidente haciendo parapente, y Driss, un joven de los barrios marginales de París que ha salido recientemente de la cárcel y que vive del paro mientras encuentra algo mejor. No es una idea nueva esta que nos presentan, al fin y al cabo la historia está repleta de relatos en los que se nos desgrana la relación que puede germinar y crecer entre personas tan opuestas como un melón y una caja de calzoncillos, pero no por ello el asunto tiene menos gracia. Sirva de ejemplo "paseando a MIss Daisy" (Bruce Beresford, 1989) o cualquier película de Andrés Pajares y Fernando Esteso. 

Asi pues, si no es el argumento el punto fuerte de este film, a qué se debe tanto revuelo? como es posible que haya aguantado 10 semanas consecutivas en el número 1 de la lista de películas más vistas en Francia y haya atraido a 19 millones de espectadores en el pais de los comics de Astérix y el roquefort?

Pues desde mi humilde punto de vista, la película funciona porque no engaña. No utiliza trucos de artificio, ni trampas sentimentaloides que devengan en la lágrima fácil. La situación de los personajes es dramática pero el film es una comedia que en ningún momento nos hace sentir incómodos. Tiene momentos de hilaridad brillante y diálogos socarrones y algo gamberros, y a pesar de ello no cae en la parodia ni en la caricatura social. Sencillamente desprende optimismo y positivismo a raudales y se basa en una historia simpática genialmente llevada por dos actores que consiguen una química que un servidor no veía desde que Danny Glover y Mel Gibson unieran sus fuerzas en la olvidada saga de Arma letal. 

Hablando de química, imperdible la escena en la que Omar afeita a nuestro tetrapléjico, por cierto. 

La curiosa sinergia que surge entre ambos actores se debe en gran parte al intercambio de recursos que se da entre ellos. Omar Sy es un cómico bastante conocido en el país galo gracias a sus apariciones en canal plus, y gracias a este film se ha convertido en el primer actor negro en ganar un premio César. Por su parte, François Cluzet (que interpreta a Philippe), es un veterano actor y director francés que cuenta en su haber con más de medio centenar de films, entre los que destaca "el infierno" (Claude Chabrol, 1994). 

La historia se "inspira" en un hecho real ( huelga decir que las licencias que se tomaron se cuentan por millones) y suscitó el interés de los directores después de ver el documental «A la vie, a la mort» (2003). Gracias a que al final del documental aparece el correo electrónico del propio Phillipe, la toma de contacto no fue en absoluto complicada y después del éxito que ha cosechado el film en Francia y (en menor medida) en Europa, ya se habla de un remake americano a manos de los Weinstein, los fundadores de Miramax (conocida entre otras joyas por producir Pulp Fiction). 

Es probable pues que nos encontremos con una versión protagonizada por cualquiera de los raperos reciclados en actores que pueblan el nuevo Hollywood y alguna vieja estrella venida a menos (yo votaría por Dustin Hoffman visto el parecido físico con el señor Cluzet), pero no queda tan claro que el director al que le caiga este sanbenito encima pueda mantener, y no digamos ya repetir, la frescura original del film original. 

PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO:  9