FLASHBACK (Franco Amurri, 1990) - ME LLAMAN MULO

domingo, 28 de octubre de 2012

FLASHBACK (Franco Amurri, 1990)

Porque no todo va a ser gore y cine raruno, pero continuando un poco con la tónica de reivindicar películas no muy conocidas para el público en general que han sido las entradas más exitosas de este blog, toca hoy comentar una pequeña película de Franco Amurri, un director completamente desconocido (más allá de ésta, su principal aportación a la "fábrica de sueños" fué Un ladrón de cuatro manos (Monkey Trouble, 1994), película que, desde luego no pienso ver, principalmente para no perder mi buena opinión de él obtenida con la que hoy nos ocupa.

Flashback es un perfecto exponente del cine de entretenimiento que se hacía a finales de los 80 y principios de los 90, una película pequeña, de bajo presupuesto pero que engancha desde el primer minuto, debido principalmente a un guión sencillo pero muy bien trabajado y, sobre todo, gracias a la química que destilan los dós protagonistas, un joven Kiefer Sutherland que aún se hallaba a años del pelotazo de 24 y -muy especialmente-  un inmenso Dennis Hopper, que se encuentra en su salsa en un papel muy lejano de las estridencias interpretativas de los que fueron sus últimos trabajos.


La película cuenta cómo el joven y estirado agente del FBI John Buckner (Sutherland) recibe la misión de escoltar a Huey Walker (Hopper), un activista Hippie que en los años 60 adquirió cierta fama por dejar en ridículo al vicepresidente de los estados unidos durante un discurso. Walker consiguió burlar al FBI hace 20 años por lo que el departamento aprovecha una llamada anónima para volver a detenerle y llevarle a juicio a Boston. Buckner tendrá que escoltarlo hasta allí. Durante el viaje, Huey demuestra tener una personalidad arrolladora, consiguiendo engañar al joven Buckner y suplantar su identidad, este equívoco acaba provocando que se vean perseguidos por un policía corrupto (Cliff de Young) por lo que ambos personajes deberán unir sus fuerzas y su ingenio, lo que les llevará a un viaje de autodescubrimiento, donde ambos protagonistas acabarán comprobando que son más parecidos de lo que a ambos les gustaría reconocer.



Flashback no deja de ser una clásica buddy movie pese a lo atípico de la pareja protagonista, dos personas en un principio de carácteres y filosofías muy distintas, que poco a poco aprenden a respetarse el uno al otro, lo que les lleva a forjar una profunda amistad. Por tanto ¿qué es lo que la diferencia de otras obras de temática similar?, pues algo muy sencillo, la melancolía que impregna gran parte del metraje, que acaba por hacer que las personas que no vivimos esa legendaria época deseemos haber estado allí, y los que si la vivieran la añoren profundamente.

Ese es el quid de esta entrañable producción, el sentimentalismo que destila en gran parte de los 108 minutos que dura, aunque está planteada como una comedia, su intención no es hacerte caer de tu asiento de las carcajadas provocadas, sino más bién conseguir que durante toda la película no dejes de tener una sonrisa en tus labios a medida que vas descubriendo la vida de dos personas, ambas igual de rebeldes a su manera que echan la vista atrás para descubrir porqué se desmarcaron completamente de las filosofías de la vida que veían a su alrededor como normales por motivos que no dejan de ser bastante parecidos en ambos casos.

Como comentaba al principio la fuerza de la película reside en una sencilla pero muy bien escrita historia, acompañada por las interpretaciones de sus dos protagonistas. Kiefer Sutherland interpreta de manera muy ajustada un personaje cuya incomodidad ante su pasado provoca que intente ser algo que realmente no es, mientras que Hopper borda un papél hecho a su medida, interpretando sin esfuerzo el papel de viejo fumeta hippie de buen corazón. Ambas interpretaciones son acompañadas por sólidos secundarios como el mencionado DeYoung o la encantadora Maggie interpretada por Carlo Kane, teniendo en la agridulce secuencia donde Maggie enseña a Walker y a John viejas películas donde se ve la infancia de éste último su máximo exponente. Una secuencia donde los sentimientos afloran en el agente poco a poco y ambos protagonistas terminan por comprender que es mucho más lo que les une que lo que los separa. Una escena conmovedora sin caer en el sentimentalismo fácil que es un perfecto ejemplo del cuidado y cariño puesto en esta simpática película por todas las personas que intervinieron en su realización.

                                   

En cierto modo, y salvando las distancias de la modestia de su producción o de las capacidades artísticas de su realizador la película me recuerda a otros ejemplos de cine nostálgico, donde se reivindican épocas pasadas con un gran cariño como Cinema Paradiso, si bien aqui no se muestra la época que homenajea de forma explícita en su metraje, sino que más bien lo hace a través de la actitud de sus personajes, especialmente los interpretados por Hopper y Kane.

Cabe destacar la excelente banda sonora que acompaña el film, con una gran selección de temas clásicos de los 60 como la magistral Allong the Watchtower de Jimmy Hendrix, ampliamente utilizada en otras películas y series de temática tan diferente como el Watchmen de Zack Snyder o el genial remake de la serie de culto de ciencia ficción de los 80 Battlestar Galáctica (Ronald D. Moore, 2003-2009).

En resumen, una película complicada de encontrar hoy en día, pero que merecería ser redescubierta, ya que a pesar de su modestia, es un ejemplo del buen hacer de la industroa estadounidense en las décadas pasadas, labor que desgraciadamente cada vez es más difícil de ver en el panorama actual.


PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 8.5

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