JUEGOS DE GUERRA (John Badham, 1983) - ME LLAMAN MULO

martes, 29 de enero de 2013

JUEGOS DE GUERRA (John Badham, 1983)

JUEGOS DE GUERRA (1983)

Hay ciertas cosas que uno no puede obviar cuando habla de los 80, a saber: los bollos de la pantera rosa, verano azul, el equipo A y Matthew Broderick. En realidad el número de cosas imprescindibles que uno incluiría en este saco roza los 700 millones, pero éstos son por derecho propio. elementos imprescindibles de aquel momento y los únicos que puedo recordar en estos instantes, aunque muchos otros enfermos mentales como yo opinen que Steve Guttemberg tiene más derecho a estar en esta lista que Matthew. Pero no quiero entrar en polémicas ni volver a recibir amenazas de muerte por parte de los fans de Steve, asi que no ahondaré en este tema.
 



quien no le prestaria dinero a Matthew?
Con cintas como Lady halcón (Richard Donner, 1985) y Todo en un día (John Hughes, 1985),el señor Broderick,  ese mancebo de cara embobada y ojos de cordero degollado, se ganó a pulso su lugar en la escena filmográfica adolescente de aquellos años y dejó en nosotros un recuerdo grato y alegre de cómo era el cine entonces. Y aunque el paso del tiempo le ha castigado con tristes momentos de oscuridad y le ha relegado al anonimato durante algunos años, aún sigue al pie del cañón. aunque con algunos kilos de más, algo menos de pelo y casado con la actriz de Sexo en Nueva York, por citar algunas desgracias. 
Es Juegos de Guerra una película curiosa y dificil de etiquetar: se la puede englobar dentro del género adolescente, de la ciencia ficción, aventuras y cualquier otro menos el porno (o eso creo, a lo mejor tendría que verla otra vez)..pero lo más importante es que es una gran película. Entretenida, con un guión bien llevado, con un reparto sólido y la primera en la que se planteó el concepto mediático de la era Internet, se presentaron los modems y la conexión de red y sus posibles consecuencias, y se bocetaron las consecuencias de su mal uso. Si el guionista aún vive debe estar alucinando con el Gangnam Style, Justin Bieber y demás crímenes interneteros, Seguro que de haber podido elegir habria escogido la tercera guerra mundial.


Pero vamos al turrón que la cena se enfría: en la película se nos presenta a un joven ingenuo e inocente, amigo de sus amigos, estudiante brillante pero revoltoso de un instituto como cualquier otro de los que ahora tienen detector de metales en la puerta a lo largo y ancho de EEUU, y que resulta ser un aficionado enfermizo de los videojuegos y de todo lo que tenga que ver con lo que por aquel entonces se llamaban computadoras. Tanto es asi que lleva meses esperando el lanzamiento de un nuevo videojuego que promete ser la traca, y guiado por la impaciencia que generan unas hormonas alimentadas por la MTV, decide averiguar cuando se producirá tan importante estreno. Para ello recurrirá a sus triquiñuelas informáticas y se introducirá, via modem, en el ordenador central de la compañía que fabrica el juego. 

Sin embargo, después de trastear y de mangonear en las tripas de varios ordenadores desde su habitación sin encontrar el de dicha empresa, acaba dando con el computador central que controla el sistema de defensa de ese gran pais que es Estados Unidos, un mamotreco del tamaño de un tractor llamado WROP y que decide cuando lanzar los misiles y en qué parte harían más juego con las cortinas y los visillos de las casas bajas rusas. Sin saberlo pero sin tampoco pensárselo mucho, inicia un juego de estrategia llamado "guerra termonuclear mundial" (quizás el nombre ya tenía cierto tufillo a "esto no se toca", pero ya se sabe..estos jóvenes..) pensando que se trata de un simulador con el mismo peligro que jugar una partida a los lemmings.
Pero hete aquí que dicho ordenador considera la partida como una situación real de guerra y monta la de Dios es Cristo cuando nuestro joven David escoge el bando de esos rojos apestosos y empieza a mover submarinos ficticios que en las gigantescas pantallas de la base estratégica del pentágono parecen reales y muestran una amenaza inminente en plena guerra fría. Los militares, que no tienen ni idea de qué va el asunto y tampoco muchos estudios, empiezan a movilizar tropas, a cagarse en la madre que parió a internet (y eso que no saben lo que es que se les cuelgue), a cambiar de defcon como quien cambia de teléfono móvil y a plantear una inminente respuesta al ataque.
Lo que viene a ser empezar una 3º guerra mundial de las de toda la vida.
Cuando nuestro joven amigo David se da cuenta del pitote que ha montado, ya es demasiado tarde, y es arrestado por traición y por tener un flequillo ridiculo incluso para los 80 y llevado a la base donde se está moviendo todo el pitote y donde se encuentra el megaordenador con (atentos) 50 megas de RAM y dios sabe cuantas disqueteras y que está a punto de convertirnos a todos en heces liquidas.
La cosa parece salirse de madre aún más y David consigue escaparse de la base disfrazado de Ruiz Mateos con la idea de encontrar al tipo que diseñó el WORP para que le diga donde tiene el ctrl+alt+supr o cualquier otra forma de apagarlo. El mencionado creador es un científico loco que ha fingido su propia muerte (¿quién no lo ha hecho alguna vez?) para poder ver peliculas de Harry Haussen en el salón de su casa en una isla perdida, y aunque al principio se muestra algo reticente a acompañar al joven porque eso implicaría tener que ducharse, al final la curiosidad y una difusa orientación sexual le pueden y se apunta a intentar salvar al planeta. 

Ally Sheedy, la eterna Alison
Ni qué decir tiene que, como en todas las peliculas de los 80, las cosas se arreglan en el último minuto recurriendo a un truco pelin rebuscado aunque original, y todos acaban riendo, saltando y apludiéndose unos a otros.
La pelicula contaba, aparte de con el joven Broderick, con Ally Sheedy, respetada, querida y amada en este blog por su inestimable participación en "el club de los cinco" y en "cortocircuito", también de John Badham. Ahora anda algo desaparecida y bastante arrugadilla, pero de vez en cuando se deja ver en algún telefilm. En Juegos de Guerra interpreta a la novia de David, pero su aportación no va más allá de la de mero adorno coyuntural y por eso no la he mencionado hasta este momento. Aún así, agradecemos su presencia durante todo el metraje, por aquello de ser uno de mis amores de infancia (aunque ella nunca contestara aquellas cartas escritas con sangre -mia y de otros- y esperma -mio y de otros- que le mandé durante años).
John Badham es uno de esos directores de taquillazos, y aparte de ésta y la mencionada cortocircuito, muchos le conocemos por regalarnos aquella joya llamada "fiebre del sábado noche".
La película estuvo nominada a los Oscars en 3 categorías (mejor guión, sonido y fotografía) y como curiosidad, decir que el decorado que aparece en la base militar, lleno de pantallacas brillantes, neones y fluorescentes y que ahora parecería más una discoteca para raves que una base de operaciones, fue el más caro de la historia, costando un millón de dólares de los de entonces. Para los que sean muy frikis de este tipo de cosas, el ordenador que el prota de la cinta tiene en su habitación es un  IMSAI 8080, y las máquinas de las salas recreativas corresponden a los videojuegos Atari Galaga y el  Coleco Galaxian, y la productora decidió que Matthew debía tenerlas en casa para poder practicar y no quedar como un auténtico idiota teniendo que usar un doble en las escenas en las que las maneja.
Igual que sucedió con la frase "vamos a necesitar un bote más grande" que aparecía en tiburón (Steven Spielberg, 1975), también hay una expresión que el megaordenador de la muerte anal suelta al final y que viene a decir algo como "Extraño juego. El único movimiento para ganar es no jugar." y que dados los tiempos que corrían (Ronald Reagan, guerra fría, los muppets), se hizo batante popular dentro del hablar popular americano.
Al final y como sucede muchas veces, la realidad copió a la ficción y la película inspiró un juego muy famoso por aquel entonces llamado Defcon.
Han pasado 30 años y la pelicula, aunque algo acartonada por la ingenuidad, ha envejecido bastante bien, y es una pequeña joya de la que nadie en su sano juicio podría hablar mal sin exponerse a ser condenado al fuego eterno o a las consecuencias de mi ira.

PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO.  8. 25

1 comentario:

  1. WROP? WORP? Es Whopper, tolai. Y por supuesto que es más fácil cambiar de Defcom que darte de baja de Movistar.

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