El Destripador de Nueva York (Lo Squartatore di New York, Lucio Fulci 1982) - ME LLAMAN MULO

domingo, 8 de enero de 2012

El Destripador de Nueva York (Lo Squartatore di New York, Lucio Fulci 1982)


ADVERTENCIA: Esta entrada contiene SPOILERS, de hecho destripo la práctica totalidad del argumento de la película comentada, si bién en los anteriores posts he intentado evitar desvelar lo menos posible del argumento, aquí he decidido finalmente no hacerlo, principalmente por dos razones, la primera es que el argumento suele ser lo de menos en este tipo de películas, y la segunda es la antiguedad de ésta, en los posteriores posts que haga de este tipo de cintas es muy probable que se desvele bastante más los argumentos que en los normales, estáis avisados, así que luego no me vengáis con lloros...


Este Blog ha empezado con demasiada seriedad, la intención original era que Germán publicase sus opiniones de películas recientes y que yo me encargase más de cine de explotación y todo tipo de basuras de cine de terror y fantástico de los 70 y 80, sin embargo por azares del destino mis dos primeras publicaciones han sido, quizás, demasiado "gafapastiles", así que quiero enmendar eso lo ántes posible, y qué mejor manera para comenzar que con la reseña de una de las películas "malditas" de uno de los mejores entre los peores directores de cine de terror italiano, el siempre guarrete Lucio Fulci.

Ninguna de las películas de Fulci han pasado a la historia precisamente por sus cualidades cinematográficas, sin embargo, cualquier aficionado al cine de terror que esté cansado de los tratamientos convencinales de éste tipo de historias debería al menos intentar acercarse al trabajo de este director, si bién quizás la película que yo recomendaría para éste primer acercamiento sería mas El Más Allá (E tu Vivrai nel Terrore! L´Aldilà. 1981), la cual recoge de manera casi canónica todas las virtudes y (en mayor medida) defectos del simpático director Romano).

Las películas por las que Fulci es más conocido suelen ser historias de terror sobrenatural, historias en las que ha dejado sus imágenes mas evocadoras, dejando de lado el más mínimo intento de coherencia en el guión y limitándose a mostrar en la mayoría de los casos una sucesión de imágenes más o menos inquietantes y logradas, pero siempre truculentas hasta niveles enfermizos.

El entrañable Fulci pensando alguna nueva manera de revolver el estómago al personal...


Sin embargo la película que nos ocupa, se aleja por completo de sus grandes historias sobrenaturales para volver al Giallo, género típicamente italiano que ya abordó en sus comienzos como la muy notable Angustia de Silencio (Non si Sevizia un Paperino, 1972). El giallo, para aquellos (pocos) que no lo sepan, es un subgénero típicamente italiano en el que se narra siempre la investigación policial para capturar a un asesino, la diferencia con otros thrillers al uso es que se hace especiál hincapié en la filmación de los asesinatos, siempre con bastante lujo de detalles y truculencia y que siempre las explicaciones de las motivaciones del asesino son explicadas torpemente en los últimos minutos de metraje, dándole siempre una explicación de los actos que éste comete por causas de traumas infantiles o similar. El que se ha considerado primer giallo del cine es La Muchacha que sabía Demasiado (La Ragazza Che Sapeva Tropo, 1962) del gran Mario Bava.

El Destripador de Nueva York nos narra la historia de la persecución de un asesino psicópata que se ceba en jovenes bonitas, mutilándolas de las formas más horribles imaginables, además el loco comienza un juego de el gato y el ratón con la policia realizando llamadas al inspector que lleva el caso y utilizando la voz... ¡¡¡del pato Dónald!!!, la explicación de este absurdo comportamiento, que provoca no pocas carcajadas cada vez que el asesino habla, se explica al final de la película, aunque por supuesto la motivación no es precisamente satisfactoria desde el punto de vista argumental.

El detective que lleva el caso contrata a un psicólogo para intentar averiguar la identidad el asesino, huelga decir que la incompetencia de ambos es mayúscula, dado que si no no habría película y hasta el último momento no consiguen averiguar la identidad del asesino, de una forma completamente coherente con lo que llevamos visto hasta ahora, es decir, porque le salió de los cojones al guionista en ese momento...

Una de las entrañables secuencias con las que podéis deleitaros al ver esta película...

Lo más destacable de la película es la sordidez de prácticamente todos los personajes y situaciones que aparecen, predominando un erotismo bastante malrollero que no hace otra cosa que sacarnos de la película, ya que no se puede evitar cada vez que se muestra alguna de estas situaciones en la pantalla, que Fulci estaba realmente enfermo. Por otro lado los asesinatos, pese a ser bastante sangrientos para la época que se rodó, hoy en dia no dejan de ser bastante normalitos, con la salvedad de la obsesión del director por filmarlos de la manera mas detallada y dolorosa posible, lo cual le valió en este caso a ser censurado el multitud de países pese a no tener las escenas mas bizarras de su filmografía, pero el hecho de no tener la excusa sobrenatural parace que bastó para poner nerviosos a los censores y demás guardianes de la moral de la época, los cuales tildaron a la película de misógina (que lo es, pero no más que cualquier otro giallo ya que el asesinato de jovencitas núbiles es el leit-motiv del género en si mismo). Hasta tal punto se pusieron nerviosos con ésta película que incluso a dia de hoy la piece dé ressistance del film, la apertura en canal de una bella prostituta con una cuchilla de afeitar, sigue censurada en inglaterra, sustituyendo la mayor parte de la escena por planos fijos del inspector que asiste como horrorizado oyente desde una cabina de teléfono al asesinato.


Comienzo de la escena en cuestión... para los más morbosos podeis encontrar la secuencia sin censura así como los momentos estelares aquí

Al final de la película se averigua la identidad del asesino, la cual no es nada sorprendente para cualquier que se haya visto media docena de giallos y sus motivaciones, siendo este uno de los momentos a la vez mas ridículos e interesantes ya que descubrimos que se ensañaba en jóvenes debido a que su hija padecía una terrible enfermedad degenerativa que la había causado terribles mutilaciones, la película termina con una desoladora escena en la que la niña espera en el hospital una llamada del padre asesino, la cual es un acierto -no puedo asegurar que no fuera involuntario- del director, en un interesante giro dramático final.

En el apartado técnico la película sorprende para lo que nos tiene acostumbrados Fulci, supongo que la razón principal es que contó con un presupuesto ligeramente más holgado que lo habitual lo que recayó en una interesante fotografía, especialmente en exteriores y en unas actuaciones ligeramente más solventes de que cabría esperar.

En resumen, una película menor de Fulci, pero interesante para todo aquellos que quieran ver algo distinto de lo habitual en el género de terror y para los que quieran iniciarse en el Spaguetti
terror.
Por último una curiosidad, parece ser que en una visita que hizo a Italia, Quentin Tarantino se encontró con la hija de Fulci y le comentó haber visto más de 30 veces El Destripador de Nueva York. Cuanto Antonella se lo contó a su padre, éste, reconocido fan de Reservoir Dogs, aconsejó a si hija "casarse con ése individuo inmediatamente". Si el propio Tarantino es tan fanático del italiano, tal vez no sea tan malo ¿no?.

PUNTUACION EN EL MULÓMETRO: 6

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