EL GATO DE LAS NUEVE COLAS (Il gato a nove code, Darío Argento, 1971) - ME LLAMAN MULO

miércoles, 1 de febrero de 2012

EL GATO DE LAS NUEVE COLAS (Il gato a nove code, Darío Argento, 1971)

Después del gran éxito de su ópera prima, El pájaro de las plumas de cristal (L´Ucello dalle plume di cristallo, 1969), los distribuidores americanos de ésta, contactaron con la Titanus films, productora de la película, pidiendo lo antes posible un nuevo film de Argento, pero adaptado a los gustos del público americano. De esta manera Darío Argento contó con un presupuesto mucho más holgado, lo que le permitió contratar a algunos actores americanos de segunda fila para poder hacer más atractivo el proyecto, coescribiendo junto a Dardano Sachetti y Luigi Collo su giallo menos giallo, acercándose más al género policiaco, un poco en la línea de La perversa señora Ward de Sergio Martino.

El gato de las nueve colas no es pues un giallo al uso, sino más bien un thriller policiaco con ocasionales destellos argentianos, como el primer asesinato que se muestra en pantalla o la tensa escena que ocurre en la casa de una de las víctimas poco después de que ésta averigue la identidad del asesino. A pesar de ser un filme menor en su filmografía resulta interesante por las constantes de su realizador, en especial la soberbia puesta en escena, la cual alcanzaría su punto álgido 6 años mas tarde en la magistral Suspiria (1977).


Franco Arno (Karl Malden)  es un ex-periodista, el cual se quedó ciego debido a un accidente años atrás, una noche, mientras regresa a casa con su sobrina, escucha una siniestra conversación entre dos desconocidos en un coche. No le da demasiada importancia, sin embargo al día siguiente descubre que ha habido un robo en un instituto de genética cercano a su casa, interesándose por el suceso, conoce al periodista Carlo Giordani (James Franciscus) y juntos empiezan a investigar el caso, descubriendo una posible trama de espionaje industrial alrededor de una investigación sobre el cromosoma XYY, que según las últimas investigaciones del centro, predispone a los que lo poseen a la realización de crímenes. Mientras tanto los cadáveres se amontonan y Franco y su sobrina pueden ser los siguientes en cualquier momento.



Como ya he comentado, El gato de las nueve colas es la película que menos se ajusta a los patrones clásicos del género que Argento hizo célebre en todo el mundo, poniendo menos atención en del detalle de los asesinatos y centrándose mucho más en las pesquisas de los dos protagonistas. Tal vez por ese motivo esta película tiene uno de los argumentos más sólidos de los rodados por Argento, teniendo un guión bastante más cuidado de lo que es habitual en el. Por otro lado esto va en detrimento de las potentísimas imágenes a las que nos tiene acostumbrados el director, por lo que el visionado de la película, aunque satisfactorio, es de los menos interesantes de su primera etapa.

Las interpretaciones de los actores están por encima de lo habitual, especialmente Karl Malden, que compone un entrañable personaje, fascinado por los rompecabezas, lo que le hace obsesionarse por el misterio de los asesinatos, olvidándose de su seguridad y de la de su sobrina. James Franciscus por su parte está correcto pero poco más y pese a ser coprotagonista de la película su aporte no va más allá de ser un mero comparsa de Malden.


Destacar una escena más cercana al cine de terror de Fulci, en el que los protagonistas buscan posibles indicios de la identidad del asesino, en un cementerio donde se encuentra una de sus víctimas, mientras Carlo investiga en el ataud de la víctima, dentro de una cripta, Franco es atacado por el asesino, el cual encierra a Carlo en ésta, pese a que podría haber dado mas juego, Argento consigue una tensa atmósfera en esta secuencia en la que el espectador espera que en cualquier momento el cadaver se alce y ataque a Carlo, a pesar de no aprovechar del todo las posibilidades de la situación la escena está bastante bién resuelta, provocando una sensación de desasosiego bastante conseguida.


La banda sonora de Ennio Morricone, con tintes jazzísticos típicamente setenteros es interesante, aunque lejos de sus geniales composiciones para Sergio Leone, a pesar de todo supone un interesante complemento a las imágenes que muestra Argento. La fotografía de tonos fríos es correcta sin llegar a las grandes composiciones de su etapa más esotérica, siendo la película en su conjunto un estimable ejemplo de thriller de sensibilidad europea bastante disfrutable.

En definitiva, una obra menor de Argento pero interesante para completistas de la filmografía del inquietante italiano.


PUNTUACIÓN EN EL MULÓMETRO: 6.5

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